Deporte durante el embarazo

La mujer embarazada tiene que afrontar un cambio continuo en su cuerpo desde el punto de vista de las necesidades energéticas, cambios en los niveles hormonales, peso corporal y en consecuencia variaciones en el centro de gravedad y estrés articular, que pueden exponer las articulaciones a un mayor riesgo. de trauma Durante el embarazo. Por este motivo, se suelen recomendar ejercicios de bajo impacto como natación, caminata, yoga, gimnasia suave y postural o, mejor aún, cursos específicos de gimnasia durante el embarazo. El sistema respiratorio también sufre cambios durante el embarazo, ya que, tras el aumento del volumen del útero, el diafragma es empujado hacia arriba, con la consiguiente reducción de la capacidad pulmonar y dificultad para compensar los ejercicios anaeróbicos.

Aunque la evidencia científica respalda la actividad física regular en mujeres embarazadas a intensidad moderada, siempre se recomienda participar de forma paulatina y según su nivel de preparación. En cualquier caso, es fundamental realizar un control previo para controlar el riesgo de eventos adversos y salvaguardar el bienestar de la madre y del niño: la prescripción de gimnasia antes y después del nacimiento debe ser realizada por personal médico especializado y, preferiblemente , realizado de acuerdo con las instrucciones de personal cualificado. Veamos ahora cuáles son las indicaciones generales a tener en cuenta.

• En primer lugar, es mejor no entrenar hasta el agotamiento o la dificultad para respirar. Esta es una señal de que su bebé y su cuerpo no pueden obtener el oxígeno que necesitan.
• El entrenamiento de fuerza debe hacer hincapié en la mejora del tono, especialmente en la parte superior del cuerpo y la zona abdominal.

• Use zapatos cómodos para hacer ejercicio que ofrezcan un fuerte soporte para los tobillos y el arco.
• Tome descansos frecuentes y beba muchos líquidos durante el ejercicio.
• Evite entrenar en condiciones climáticas extremadamente calurosas.
• Evite terrenos irregulares o inestables al correr o andar en bicicleta, porque las articulaciones durante el embarazo están más sueltas.
• Tenga cuidado al hacer ejercicio para no forzar la zona lumbar.
• Durante el segundo y tercer trimestre, evite los ejercicios físicos que impliquen acostarse boca arriba, ya que esto disminuye el flujo sanguíneo al útero.
• Realice ejercicios de relajación y estiramiento antes y después de las actividades.
• Consuma una dieta saludable que incluya muchas frutas, verduras y carbohidratos complejos.